Las calles de Bologna ya están llenas de lucecitas blancas y adornos rojos y verdes. Los castañeros salen a la calle, y el olor a leña inunda desde Zamboni hasta Ugo Bassi, pasando por Oberdan, Strada Maggiore, Due Torri e, inlcuso, San Vitale. Hay belenes en Santo Stefano y en La Corte Isolana. La ciudad se llena de vapor y de humo blanco, el de las personas cuando respiran, y el de las estufas o hornos de leña.
La nieve también ayuda a crear un paisaje de postal. Mirar por la ventana desde la facultad y ver el techo nevado, mientras se va derritiendo por el sol de la mañana, es una cosa en la que aquí, i bolognesi, no reparan, pero para nosotros es totalmente nuevo, porque ya se sabe que en Valencia, nunca nieva, y aunque lo hiciera, no sería igual. Estas son las pequeñas cosas que te ayudan a soportar los dos grados centígrados.
Por eso, y para compartir, el espíritu navideño de Bologna, os dejo Bianca Navidad, cantada por Mina, y unas cuantas fotos de las calles iluminadas de esta pequeña ciudad, pero grande a la vez, donde vivimos.
¡Feliz Navidad!