Alma Mater Studiorum

Dall' Italia alla Luna

domingo, 30 de enero de 2011

Firenze

Una hora sobre las vías de Italia separa Bologna y Florencia; en cambio, el único hecho que evidencia que es el mismo país es la lengua y algún que otro recoveco.

Florencia con sus calles rectas y anchas, su rio, el Arno, y sus puentes hacen que recorrerla y descubrirla sea todo un espectáculo. Andar por el paseo de la memoria de las Galerías Uffici, que conecta la Piazza della Signoria con el Arno, hace que te sientas custodiada por la historia de la ciudad. Miguel Ángel, Donatello, Raffael, Maquiavelo... todos miran estáticos al viandante, haciéndole ser consciente de donde está y creándole una especie de consciencia de estar formando parte de la historia viva de la capital del Renacimiento.

En la piazza della Santa Croce, Dante mira, sarcástico y autoritario, con actitud de catalogador curioso y de investigador audaz, escéptico y desconfiado, cada detalle que en ese lugar sucede . Y el David de Miguel Ángel observa ávido de gloria y con ojos avizores que nadie profane la plaza que guarda ni su palacio, ni la Piazza de la Signoria ni Il Palazzo Vecchio.

Alberti, aquel humanista enamorado de los griegos y de la geometría, dejó su huella con la iglesia de Santa María la Novella, exactamente simétrica. Y por supuesto, il Ponte Vecchio, el testigo más antiguo de toda la historia de Florencia, construido por los romanos inicialmente de madera y a posteriori reformado en el siglo XIV, es el pasadizo que te permite atravesar de la mejor manera a la otra orilla del rio mientras observas a izquierda y a derecha, las vistas de Florencia bañadas por su agua.

Y finalmente, Il Piazzale di Micheangelo. Pausa. Es uno de esos lugares para los que la teoría estética de Kant, sobre lo Bello y lo Sublime, parece haber sido escrita. Miles de luces inundan Florencia y el Arno ganándole la partida al Sol un día más y dejando a la ciudad mostrarse elegante y seductora, como la mejor de las amantes. La capital de la Toscana no deja indiferente. Descubrirla es fácil, conocerla sólo es lícito para algunos afortunados, exactamente del mismo modo que sucede con las mejores cosas que existen.









jueves, 9 de diciembre de 2010

Oh, Blanca Navidad!






Ya ha llegado a Bologna la Navidad. Y este año sí que es blanca, o bueno, mejor dicho, “bianca”. Mi madre siempre recuerda que mi tío Enrique decía de Blanca Navidad, eso sí, cantada por Bing Crosby, que era el villancico más bonito que se había hecho nunca. Y es verdad. Echo de menos los viernes de Diciembre, en los que en la orquesta suenan canciones de Navidad y la gente que pasa por la puerta se para a escucharlos. Y cuando tocamos Blanca Navidad, se crea una especie de esfera mágica que nos transporta al país de Papa Noel, al más puro estilo de película ñoña americana. ¿Y qué hay más entrañable que escuchar Blanca Navidad comiendo chocolate con pan duro, en el sofá, con la mantita y el árbol puesto en el comedor? Son días en los que películas como Love Actually, no pueden faltar en mi casa. Eso, mi madre, lo sabe bien.

Las calles de Bologna ya están llenas de lucecitas blancas y adornos rojos y verdes. Los castañeros salen a la calle, y el olor a leña inunda desde Zamboni hasta Ugo Bassi, pasando por Oberdan, Strada Maggiore, Due Torri e, inlcuso, San Vitale. Hay belenes en Santo Stefano y en La Corte Isolana. La ciudad se llena de vapor y de humo blanco, el de las personas cuando respiran, y el de las estufas o hornos de leña.



La nieve también ayuda a crear un paisaje de postal. Mirar por la ventana desde la facultad y ver el techo nevado, mientras se va derritiendo por el sol de la mañana, es una cosa en la que aquí, i bolognesi, no reparan, pero para nosotros es totalmente nuevo, porque ya se sabe que en Valencia, nunca nieva, y aunque lo hiciera, no sería igual. Estas son las pequeñas cosas que te ayudan a soportar los dos grados centígrados.



Por eso, y para compartir, el espíritu navideño de Bologna, os dejo Bianca Navidad, cantada por Mina, y unas cuantas fotos de las calles iluminadas de esta pequeña ciudad, pero grande a la vez, donde vivimos.


¡Feliz Navidad!




lunes, 29 de noviembre de 2010

Kraków

http://www.goear.com/listen/ea29ce1/el-pianista-del-ghetto-de-varsovia-jorge-drexler


Hay gente que dice que Polonia no tiene historia propia, que se ha ido forjando en un devenir de invasiones, resquebrajamientos y derrotas, que su biografía cuenta la historia de cómo los grandes acaban con los pequeños y que la suerte no le ha mirado a la cara ni la ha cogido de la mano; sin embargo, puede que Polonia sea un país pequeño, pero es un gran país, y en sus calles se evoca el sentimiento de resistencia y de resurgir de entre las cenizas porque resulta que no siempre los grandes ganan. Como dijo V. Wolf "mirar la vida a la cara. Siempre hay que mirarla a la cara" y así, este país ha hecho del drama y del sufrimiento de un pueblo, su historia; la superación se ha convertido en la historia viva y propia de Polonia y es una historia de la que se puede y se debe sentir orgullosa.

En Cracovia se eleva estilosa la arquitectura comunista mientras a unos pocos kilómetros al oeste se extiende austero y gris el más grande de los campos de concentración nazis de la historia, Auschwitz (en polaco Oświęcim).



Cracovia tradicionalmente ha sido uno de los centros científicos, culturales y artísticos del país, y no sólo Cracovia, sino Polonia, ofreciendo al mundo a Chopin y Copérnico, dos de sus hijos pródigos. Durante gran parte de la historia polaca fue la capital del país. Por eso, todavía es el corazón de Polonia para muchos polacos, aunque Varsovia sea la verdadera capital.



Además cabe destacar que en Noviembre del 2010 se celebró el 1º Congreso Internacional de la Modernez Valenciana, presidido por estas cuatro caritas bonitas y que se volverá a retomar en Bologna, capital italiana del moderneo, en Diciembre del mismo año, pero esta vez con una mayor participación del Señor Ministro Miguel Giraldos y con la ausencia de la Señora Silvia García :)


jueves, 18 de noviembre de 2010

Venezia

Tras unos días de desconexión por visitas varias, es hora de volver a contar las peripecias italianas. Hoy, por Venecia.




Venecia (en italiano Venezia, en veneciano Venessia o Venesia, en veneciano antiguo Venexia), la ciudad de los canales, es la capital de la región del Véneto. Está situada sobre un conjunto de islas que se extiende en una laguna en el mar Adriático, entre las desembocaduras de los ríos Po (sur), y Piave (norte), en el nordeste de Italia.

Venecia está compuesta por 120 pequeñas islas unidas entre sí por 455 puentes -si incluímos las íslas de Murano y Burano. Por sí sola, cuenta con la unión de 118 islas unidas por 354 puentes y dividida por 177 entre rios y canales. A causa de su morfología, el cuerpo principal de Venecia se fotografía desde lo alto, y tiene el aspecto de un pez.

Se llega a Venecia desde tierra firme por el Puente de la Libertad, que accede a Piazzale Roma.

Desde su fundación la ciudad ha sufrido los efectos de inundaciones periódicas. En la actualidad la ciudad se considera en grave amenaza por las repetidas inundaciones. En primavera y otoño tiene lugar la llamada acqua alta ('marea alta') dos veces al día y la Plaza de San Marcos se inunda de agua. El gobierno italiano prepara un proyecto, denominado Moisés, para levantar unos diques móviles que se cerrarían en caso de aumento del nivel del agua del mar.

El inmenso acervo cultural de Venecia, resumen de su historia milenaria, fue reconocido por la UNESCO con la distinción de Patrimonio de la Humanidad en el año 1987 para el casco histórico de la ciudad y la laguna.





Napoleón dijo de la plaza de San Marco que era «el salón más bello de Europa». Claro que a él le encantaba el oro, y oro aquí hay mucho. Yo, que no soy Napoleón, ni ganas, digo que al entrar en la Basílica de San Marco se vive una experiencia mística, algo así como cuando miras a la Pietà de Miguel Ángel o al David, con terribilità incuida. Es muy fuerte. Te quedas muerta, como me acabo de quedar yo ahora mismo al escuchar que David Trueba ha rodado una serie de televisión que se llama "¿Qué fue de Jorge Sanz?". Y que haya tanto director novel sin un duro por ahí... Lo siento, está fuera de tono, pero lo tenía que decir. Volviendo al tema, os dejo unas fotos de la Basílica y de la Plaza de San Marco.




Hay dos cosas caracteristicas de venecia; la primera, es que vayas donde vayas siempre hay un individuo posando y otro escondido tras una cámara de fotos, o de video, incluso. Cosa fáscinante, aunque no tanto para los familiares que luego tendran que sufrir el suplicio de ver el típico video de las vacaciones familiares a modo remake -en el mejor de los casos-. La otra, son los paraguas, bueno paraguas, botas de agua, chubasqueros y gorros. Pero sin duda, lo más divertido es cuando se combina todo: cámara en mano, el la otra, a duras penas, eso sí, el paraguas, y si tienes un poco de suerte, incluso se te cuela una paloma en la foto y queda hasta bonito, pero no les des de comer, que son más peligrosas que un grupo de erasmus españoles frente a un aperitivo gratis. Que de eso, nosotros, sabemos mucho...
Mi padre, que es muy generoso, les dio de comer, y mi madre, que es una amante de las palomas y, en general, de todos los animales con plumas que revolotean -léase en clave irónica- se divirtió muchísimo. Y bueno, aquí os dejo dos fotos de tres turistas más, una medio italiana, pero turista en Venecia al fin y al cabo, y dos valencianos que vinieron a vistarme, que son mis papas.



Un saludo y hasta la próxima!